Siempre he oído que escalar es la forma más natural de moverse por la montaña. Encontrar el camino en medio de la roca, oír el tacto en las manos, buscar el equilibrio… Cuando escalo, todo el ruido de fondo desaparece. Es el antídoto perfecto contra el estrés, la ansiedad y cualquier otra cosa que pueda afectarme.
En ese momento sólo existen los movimientos, la respiración y la conexión con la roca.

En los últimos años, la escalada se ha puesto de moda y mucha gente empieza en el rocódromo antes de dar el paso a la roca. Hacer este cambio es una experiencia brutal, pero también es necesario aprender a moverse con seguridad. Yo sólo soy un granito de arena en este camino, pero si puedo ayudarte a ganar experiencia y confianza, aquí me tienes.